lunes, octubre 06, 2014

Se vale perder el Rumbo



Se vale perder el rumbo?

Hola amigos y amigas! Les saludo con el gusto de siempre, motivado porque gracias a Dios es lunes.

No me canso en mencionar en mis cursos, conferencias y clases que imparto a nivel licenciatura y maestría, que la vida es como correr.

Los domingos me toca correr distancia, antes de mi vida de corredor, los domingos era para levantarme tarde y pasármela de flojonazo, hoy en cambio, los domingos son para levantarme a las 5 o 6am para prepararme para salir a correr minimo unos 20km.

En está ocasión nos toco ir a una ruta que sale de un poblado llamado Tanque de Jimenez en Aguascalientes, es una ruta de tierra y piedras, sumamente demandante.

Y asi es la vida, es un camino largo y sinuoso, con muchas subidas (éxitos) y muchas bajadas (“fracasos”), pero que depende del corredor (o humano) poder disfrutar ese gran privilegio de poder vivir (o poder correr).

Corrimos 1 hora con 15 minutos y comenzamos el regreso, me atrase un poco, pues muchas piedritas se me metían en los tenis, y asi también pasa en la vida, poco a poco te comienzan a llenar la mente de piedritas, existen personas que están dispuestas a pagar el precio de esas priedritas y hasta lo ven como una manda y como misión de vida y deciden seguir adelante a pesar del sufrimiento, en cambio otros se detienen a sufrir y a llorar por su mala suerte y a culpar a Dios o a las personas que estén cerca para poder justificar el hecho de que ya no quieren correr o en este caso vivir.

Esta vez decidí detenerme y sacar esas piedras de mis zapatos y seguir corriendo, eso hizo que me atrasada del grupo de corredores con el que iba, y también eso pasa en tu vida, a veces nos “atrasamos” y pensamos y nos llenamos de agobio de que tenemos “X” años y no hemos hecho lo que estamos o hemos planeado, que chistoso ver la vida como un plan que se debe de cumplir y estamos indispuestos a seguir con un plan B o C o D etc hasta la Z y después hacer combinaciones.

La ruta tenia bifurcaciones en las cuales no recordaba cuales eran las correctas, en todas le “atine” pero en la última, algo me dijo sigue derecho, pensé que esa intuición me iba  a llevar a mi camino correcto, pero no, hizo que me perdiera.

La sensación de sentirse perdido, desanima, cansa, molesta etc e hizo que me detuviera, tenía la esperanza de ver a los corredores que iban a tras de mi, pero no vi a nadie, estaba solo en un lugar que no conocía, había dejado mi circulo de confort por entrar a mi circulo de pánico, ese lugar desconocido pero donde el aprendizaje llega, será que mi intuición no quería llevarme a mi camino correcto sino al camino correcto de la reflexión? No lo se, pero algo dentro de mi dice que si lo sabe.

Seguí corriendo por esa ruta por 30min hasta que llegue a la carretera, pero ahí no había sido el punto de salida, di vuelta a la izquierda y corrí unos 3 km en una carretera a duras penas caben 2 carros, nuevamente el miedo lleno mi mente, pero mi corazón estaba deseoso de llegar, hasta que por fin pude ver la camioneta de mis amigos, y gracias que me estaban esperando todavía, mi carrera fue de 3 horas con 5 minutos.

Ahora respondo mi pregunta de inicio, se vale perder el camino? Y mi respuesta es SI se vale, lo que no se vale es lamentarse y culparse por haber cometido un “error”, la vida así como la felicidad no es un destino, es el camino en si, cada paso, cada tropiezo, etc es parte del “show” llamado VIDA.

¿Qué más da si pierdes tu camino? Velo como un aprendizaje, lo “malo” que pudiera pasar es que sigas cometiendo el mismo error, ese si sería perder el camino de por vida, disfruta esa sensación de no tener el control sobre lo que estas haciendo, me sentí horrible al no tener ese control sobre la vida, pero agradezco a la vida el haberlo vivido y darme cuenta que sigo apegada a mis propios pensamientos que según yo son los correctos.

Sigue corriendo en tu vida, se vale pararse, pero rendirse no es una opción, mi vida no es una carrera de velocidad es un ultramaratón donde llevo paso de tortuga, pero que al final de mis días mi Dios y mi hermano me darán la mejor de las medallas, pero por mientras sonrio a cada paso que doy en mi vida profesional y deportiva, sin tener la expectativa de agradar a los demás, sino de agradarme a mi mismo, y si con ese trabajo logro ayudar a los demás, pues que hermoso plus.

Dios te llene siempre de bendiciones

Tu amigo

Chuy Cruz


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